jueves, 17 de mayo de 2012

Graciela López Jaramillo (Vendedora ambulante)


Los vendedores ambulantes son personajes que siempre se han visto en cualquier lugar de la ciudad y además, son personajes que cargan las historias a cuestas y llevan vidas muy humildes, pero son felices y por eso nos parece importante contar la historia de una de esas personas, que además se mantiene día y noche en el parque.


(Foto: Graciela con su hija trabajando, a veces no lleva globos sino chiclets, gomas, cigarrillos y otras variedades, ya que a veces intercambia con su hijo las cosas).



Nos interesamos por la historia del parque debido a que nos parece muy interesante el desarrollo que ha tenido en la ciudad y el gran aporte a la infraestructura y la cultura ciudadana en Medellín.
Sin duda alguna, el Parque de los Deseos desde sus inicios ha sido  uno de los sitios más concurridos por familias, tribus urbanas, estudiantes y turistas, lo que hace del parque un lugar adecuado para el comercio, aunque los comerciantes o mejor llamados vendedores ambulantes, son desplazados del sitio por los trabajadores de espacio público, pues al preguntarle a una vendedora ambulante llamada Graciela López Jaramillo, de 42 años, que lleva algo más de un año vendiendo en el lugar, pero desde muy joven trabajando en los mismo,  respondió: "me lo impiden las personas de espacio público, pero por los laditos del parque si puedo trabajar tranquila."

Anteriormente cuando no existía el parque y simplemente era el Planetario, el sitio era muy solo e inseguro, pero desde que la alcaldía decidió aprovechar el espacio y hacer un sitio  de encuentro cultural, tanto el ambiente en el sitio como en las personas que lo concurren cambió por completo; "viene más gente, ya que antes era solo el Planetario y ya los de la universidad vienen aquí y me compran cositas y después como que se van para la universidad”, decía Graciela, ya que fue un gran beneficio para ella y cuando se refería a los “muchachos de la universidad”, era a los estudiantes de la Universidad de Antioquia.

Desde el punto de vista cultural, en el Parque de los Deseos, llegan todo tipo de grupos y tribus urbanas que lo concurren, es muy diverso dado que es un punto de encuentro cultural donde puede ir cualquier persona, desde rockeros, metaleros, hasta familias y personas homosexuales, sin miedo a ser discriminadas. "Pues no, ellos se hacen en los rinconcitos y se sientan a conversar  y otras veces se sientan en otra parte pero como que se mantenga en un mismo punto no", afirmaba Graciela. El ambiente en el sitio es muy familiar, la señora Graciela nos especificó sobre las personas que van al parque: "vienen muchos gays, muchos travestis, hay muchas familias que vienen de vez en cuando, y los muchachos de la universidad".

En cuanto a la relación entre los trabajadores del parque y vendedores ambulantes que trabajan en los alrededores, se vivencia un ambiente muy sano de cooperación y no se ve una pelea constante por cual tiene más clientes, "todos nos colaboramos y no nos quitamos los clientes y también nos cambiamos los billetes por menudita si no tenemos pa’ devolver", mencionó Graciela.

Frente a la vida personal y su horario de trabajo, doña Graciela no tiene un horario fijo de trabajo, pero normalmente en semana sale desde las 8 a.m. hasta las 7 p.m. y los fines de semana hace un horario de 8 a.m. hasta las 10 p.m. porque los jóvenes universitarios salen a tomar cerveza o hacer sus actividades en el parque, además los viernes este parque es un punto de reunión para los grupos LGTBI (lesbianas, gays, travestis, bisexuales e intersexuales). Adicionalmente en este parque se realizan eventos muy importantes, especialmente conciertos, donde integran muchos grupos sociales y ellos conviven fácilmente, y en esos eventos especiales la señora Graciela aprovecha para vender más y así poderle dar un poco más de estabilidad a su familia.

La familia de doña Graciela acepta su trabajo y la apoyan totalmente: "ah pues la familia me entiende y ellos saben que estamos pasando por una situación donde no alcanza la plata pa’ nada, pero entre todos nos ayudamos y hasta mis hijos vienen y me ayudan a vender o me acompañan", decía. La venta de “cositas” como la señora Graciela le dice a lo que vende, no solo es un sustento para ella y su familia, lo es también para muchas personas que viven de vender cosas en las calles y en los parques públicos. En este caso el Parque de los Deseos no es exactamente un punto de comercio, pero estas personas buscan la forma de sostener a sus familias y por ello se hacen alrededor del parque para poder vender y como las personas ya saben como funciona, les colaboran y así se tengan que desplazar un poco del parque para comprarles, lo hacen sin ningún problema.

Las diferentes culturas que se reúnen en este parque manejan un nivel de tolerancia muy amplio, dado que se respetan mutuamente y cada quien está en lo suyo; en este parque cada persona puede ser libre de expresarse sin ser juzgado, obviamente sin trasgredir la libertad del otro y siempre hay un ambiente tranquilo y de armonía entre las diferentes personas que concurren el parque.

Desde la perspectiva de la vendedora ambulante Graciela López Jaramillo en cuanto a que si el parque no existiera, mencionó: “ah pues no tendría tanto reconocimiento el lugar y estaría más sola la cosa por aquí y sería más peligroso, porque antes cuando estaba solo el Planetario las personas no venían casi por aquí…Y yo no vendería mis cositas jajaja”.

La forma como ella se identifica con su trabajo en el Parque de los Deseos es de una manera muy buena, porque le gusta el ambiente y su trabajo se hace más ameno: “pues yo me identifico mucho con el parque porque la gente es muy querida y vienen muchos muchachos que son los que más me compran y  me gusta mucho el parque porque es muy familiar, pero lo que menos me gusta es que todavía hay mucho muchacho  malo por ahí."

El Parque de los Deseos es un espacio en el cual se puede disfrutar tranquilamente de un ambiente sano y relajante para pasar el rato, hacer picnics, disfrutar con los amigos o familia, o simplemente para tomar algo y olvidarse de los problemas y estar sin estrés y tensión de la ciudad.

El parque es para el disfrute de todos y es una fuente de ingresos para muchas personas, como la señora Graciela que se consigue su sustento diario mediante las ventas que realiza a los usuarios y visitantes del parque, cabe resaltar que por ser un lugar turístico de la ciudad de Medellín cuenta con visitantes frecuentes provenientes de otros municipios, ciudades o países.

La infraestructura le dio a la zona un gran beneficio, ya que ayudó a que el sector no fuera tan peligroso; el parque colinda con el parque-museo Explora, con el Parque Norte, el Jardín Botánico y próximamente con el proyecto de Ruta N que realiza la alcaldía; todos estos sitios turísticos juntos han convertido la zona en un atractivo de la ciudad y ayudan a mantener gente circulando por este sector lo cual es muy positivo para los vendedores ambulantes debido que todos los visitantes son potenciales compradores.

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